jueves, 10 de marzo de 2011

Feliz año nuevo 2011

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viernes, 31 de diciembre de 2010

2010: Turbulencia económica y nuevos escenarios globales

El año 2010 culmina con una nota agria para Panamá en el escenario mundial. El presidente Ricardo Martinelli apareció en todos los titulares internacionales por culpa de su apetito político desmedido, revelado por los cables secretos enviados por la Embajada de EEUU desde la capital panameña. Lo que era vox populi en los medios locales se trasladó por unas horas a los medios globales.
La arrogancia, el tráfico y la corrupción no retendrán por mucho tiempo la atención del mundo. En cambio, la turbulencia económica que remece el sistema capitalista, sin aparente solución, las protestas sociales, la derrota del presidente Barak Obama en noviembre, la emergencia de nuevas potencias globales, la creciente crisis ambiental, el empobrecimiento creciente de los trabajadores a escala mundial y la cuestión de género son problemas que sacudieron el planeta en 2010 y prometen continuar presentes en el próximo año.
Obama desilusionó a todos los pueblos – y no sólo al suyo - por su falta de imaginación para gobernar al país más poderoso del mundo, herido como resultado de políticas equivocadas y una economía en declinación. Obama tomó posesión de su cargo en Washington en enero de 2009 y se dedicó a repetir las mismas políticas de su antecesor. El pueblo norteamericano no respaldó a Obama en las elecciones parciales de 2010 y perdió la mayoría en el Congreso. El presidente norteamericano continuó con las guerras en Asia, el acoso a países que buscan soluciones propias a sus problemas y con una política de agresión contra América latina.
No hay mucha esperanza que Obama saque a relucir una política que le permita a EEUU salir de sus problemas. Esto quiere decir que el mundo entero tendrá que buscar soluciones alternativas. La economía de EEUU tuvo por tercer año consecutivo una tasa de crecimiento negativa, que arrastró a sus principales socios – sobre todo Europa - por el mismo camino. La única excepción fue China que mantiene un ritmo de crecimiento económico del 10 por ciento anual. Los socios proveedores de materias primas al gigante asiático – como son la mayoría de los países de América del Sur - han evitado caer en el espiral norteamericano. La “reprimarización” de las economías latinoamericanas, sin embargo, no constituyen garantía alguna para el desarrollo de la región a mediano o largo plazos.
El caso de China también es impredecible. Está apostando a que la economía de EEUU no se desplome antes de 2025. Para esa fecha considera que estaría en condiciones de absorber las pérdidas de EEUU y del resto del mundo. En la actualidad, EEUU le debe a China más de 950 mil millones de dólares y sigue exportando sus plantas industriales a los grandes centros urbanos que crecen como hongos en aquel país.
La turbulencia de la economía capitalista ha agudizado la crisis ambiental que se ha disparado fuera de control. El Tratado de Kyoto es historia y la reciente reunión en Cancún ni mereció comentarios en los diarios. Los países más industrializados se han comprometido a controlar sus desmanes, pero sin dar garantías. En el caso de América latina la especulación en torno a los metales y a la energía, desató en 2010 una carrera para acabar con los últimos reductos protegidos por la naturaleza.
El sector social más golpeado por la prolongada crisis económica ha sido la clase de los trabajadores. En EEUU, el 10 por ciento de los trabajadores está sin empleo, en España la cifra alcanza el 20 por ciento y en América latina ha crecido la informalidad y el “trabajo precario” a cifras antes no imaginadas. En el caso de Panamá, supera el 40 por ciento. A escala mundial la situación es alarmante en áreas como Africa, vastas extensiones de Asia y algunos países europeos donde las economías han colapsado y los trabajadores no encuentran solución alguna.
Los antiguos partidos socialistas o comunistas fueron neutralizados como consecuencia de la “guerra” neoliberal desatada en los últimos 20 años. En América latina, sin embargo, quedan algunos reductos. En Cuba, el gobierno anunció este año que estudian nuevos “lineamientos” dentro de su concepción socialista de sociedad. Los otros países del ALBA se pronunciaron en 2010 comprometidos con la “revolución socialista del siglo XXI”.
En 2010 la cuestión de género logró captar más atención como resultado de las movilizaciones de las mujeres a nivel internacional. El desarrollo del capitalismo ha incorporado cada vez más mujeres a la fuerza de trabajo, así como a las filas de ocupaciones profesionales y técnicas. La creciente presencia de la mujer, en todas las áreas de actividad, generó en muchos países una reacción negativa. La violencia contra la mujer siguió incrementando a escala mundial, especialmente en los países más industrializados.
Los movimientos sociales en todos los países del mundo siguieron tomando fuerza pero sin definir con claridad objetivos y sin constituir redes lo suficientemente fuertes para asumir aún un rol significativo en el escenario mundial. Esta situación, sin embargo, puede cambiar en cualquier momento en la medida en que existen todos los medios para establecer nexos entre los grupos que luchan por transformar sus sociedades. El escenario existe y sólo falta el sujeto social con la capacidad para catalizar un movimiento de cambios globales.
Panamá, 30 de diciembre de 2010.

sábado, 25 de diciembre de 2010

2010: Un balance de contradicciones

Como la mayoría de los países con sistemas de mercado, Panamá se caracteriza por las contradicciones políticas y por los conflictos sociales. Además, por una falta de previsión en todo lo que se refiere a los usos de la riqueza económica nacional. Muchos observadores, en el caso de Panamá, sienten que el país se desliza por un sendero peligroso.
Las lluvias de fin de año causaron pérdidas de vida y destrucción de infraestructura sin justificación alguna. Mientras que uno de los puentes sobre el Canal de Panamá – el Centenario - fue inutilizado y otro (de las Américas) presenta fallas muy serias, el ministro del ramo anuncia que el gobierno quiere construir un tercer puente.
El sistema ferroviario urbano - Metro – anunciado tiene dificultades para despegar. El Metro bus que complementaría el servicio ferroviario parece que reemplazará el transporte colectivo de los “diablos rojos. Sigue siendo un misterio cómo se va a hacer .
De todas las aberraciones que caracterizan las actuaciones del gobierno podemos hacer una selección de 10 que se destacan.
1. Las exportaciones disminuyeron y las importaciones aumentaron en 2010. Las políticas públicas siguen castigando al productor nacional, creando menos empleo y haciendo mas dependiente la economía nacional. No hay seguridad alimentaria.
2. Las deserciones escolares aumentaron y las inversiones educativas disminuyeron en 2010. El empleo informal y el trabajo precario que crean las políticas gubernamentales está empobreciendo a la familia obligando a los adolescentes a abandonar sus estudios y buscar ingresos. El gobierno promueve las pandillas y le crea condiciones favorables al crimen organizado.
3. Las inversiones inmobiliarias superaron los US$mil millones y las familias con vivienda disminuyeron en 2010. La inversión especulativa de nacionales y extranjeros en viviendas de alto costo siguió alimentando la “burbuja” que pronto estallará. Al mismo tiempo, no se invierte en la construcción de “viviendas sociales”.
4. El transporte público empeoró y los gastos en sistemas inútiles aumentaron en 2010. El promedio de tiempo que le toma a una persona para llegar a su lugar de trabajo es de dos horas creando un gasto innecesario que perjudica a la familia panameña y a la economía nacional. Mientras tanto, se siguen generando “sistemas” que distribuye fondos públicos a quienes se aprovechan de la gente.
5.Los gastos en deportes aumentaron y el número de atletas compitiendo disminuyó. El alcalde de las ciudad capital quiso poner a los niños a boxear mientras que las escuelas no tienen programas deportivos y sus infraestructuras están en un estado de deterioro.
6. El acaparamiento de tierras urbanas aumentó y las inundaciones son cada vez más fatales. Los especuladores de tierras han convertido a la ciudad de Panamá en una bomba ambiental a punto de estallar. Los ríos han sido desviados para construir urbanizaciones, centros comerciales y carreteras sin tomar en consideración los problemas de drenaje y salud ambiental.
7. Los impuestos aumentaron y los servicios públicos disminuyeron. Hay que hacer la salvedad: Los impuestos que deben pagar los pobres. En cambio, los ricos pagan menos impuestos. A cambio del aumento de impuestos, se interrumpió el servicio de recolección de basura, más de la mitad de la población metropolitana no tiene acceso a los servicios de agua potable o tiene un acceso deficiente, las vías urbanas se encuentran en un permanente caos (“tranques”) y la Policía no controla el crimen organizado.
8. Los propietarios incrementaron sus ganancias y los trabajadores recibieron menos remuneraciones. Según estadísticas oficiales, por décimo año consecutivo, la suma de los salarios que se le pagan a los trabajadores panameños disminuyó, mientras que las ganancias de los propietarios aumentaron. Esta desproporción es el producto de la “flexibilización” del trabajo y la “desregulación” de la relación obrero patronal.
9. Los partidos recibieron mayores subvenciones y trabajaron menos en la Asamblea. El sistema de subvenciones públicos para el funcionamiento de los partidos políticos dejó de ser funcional hace más de 10 años. En vez de contribuir a la formación de políticos mejor preparados para legislar y ejecutar políticas públicas, las subvenciones son distribuidas entre los políticos para fines desconocidos oficialmente.
10. El presidente Martinelli viajó más y se supo menos de sus salidas al exterior. Los presidentes de la República han reemplazado a sus cuerpos diplomáticos en el exterior. El presidente Martinelli viajo un promedio de más de un viaje por mes. Sólo suspendió su participación en el Mundial de Fútbol en Africa del Sur para reprimir a los trabajadores de las bananeras en Changuinola. Un total de cinco personas murieron como consecuencia de los disparos de perdigones y del gas lacrimógeno.
Panamá, 23 de diciembre de 2010.