viernes, 31 de diciembre de 2010

2010: Turbulencia económica y nuevos escenarios globales

El año 2010 culmina con una nota agria para Panamá en el escenario mundial. El presidente Ricardo Martinelli apareció en todos los titulares internacionales por culpa de su apetito político desmedido, revelado por los cables secretos enviados por la Embajada de EEUU desde la capital panameña. Lo que era vox populi en los medios locales se trasladó por unas horas a los medios globales.
La arrogancia, el tráfico y la corrupción no retendrán por mucho tiempo la atención del mundo. En cambio, la turbulencia económica que remece el sistema capitalista, sin aparente solución, las protestas sociales, la derrota del presidente Barak Obama en noviembre, la emergencia de nuevas potencias globales, la creciente crisis ambiental, el empobrecimiento creciente de los trabajadores a escala mundial y la cuestión de género son problemas que sacudieron el planeta en 2010 y prometen continuar presentes en el próximo año.
Obama desilusionó a todos los pueblos – y no sólo al suyo - por su falta de imaginación para gobernar al país más poderoso del mundo, herido como resultado de políticas equivocadas y una economía en declinación. Obama tomó posesión de su cargo en Washington en enero de 2009 y se dedicó a repetir las mismas políticas de su antecesor. El pueblo norteamericano no respaldó a Obama en las elecciones parciales de 2010 y perdió la mayoría en el Congreso. El presidente norteamericano continuó con las guerras en Asia, el acoso a países que buscan soluciones propias a sus problemas y con una política de agresión contra América latina.
No hay mucha esperanza que Obama saque a relucir una política que le permita a EEUU salir de sus problemas. Esto quiere decir que el mundo entero tendrá que buscar soluciones alternativas. La economía de EEUU tuvo por tercer año consecutivo una tasa de crecimiento negativa, que arrastró a sus principales socios – sobre todo Europa - por el mismo camino. La única excepción fue China que mantiene un ritmo de crecimiento económico del 10 por ciento anual. Los socios proveedores de materias primas al gigante asiático – como son la mayoría de los países de América del Sur - han evitado caer en el espiral norteamericano. La “reprimarización” de las economías latinoamericanas, sin embargo, no constituyen garantía alguna para el desarrollo de la región a mediano o largo plazos.
El caso de China también es impredecible. Está apostando a que la economía de EEUU no se desplome antes de 2025. Para esa fecha considera que estaría en condiciones de absorber las pérdidas de EEUU y del resto del mundo. En la actualidad, EEUU le debe a China más de 950 mil millones de dólares y sigue exportando sus plantas industriales a los grandes centros urbanos que crecen como hongos en aquel país.
La turbulencia de la economía capitalista ha agudizado la crisis ambiental que se ha disparado fuera de control. El Tratado de Kyoto es historia y la reciente reunión en Cancún ni mereció comentarios en los diarios. Los países más industrializados se han comprometido a controlar sus desmanes, pero sin dar garantías. En el caso de América latina la especulación en torno a los metales y a la energía, desató en 2010 una carrera para acabar con los últimos reductos protegidos por la naturaleza.
El sector social más golpeado por la prolongada crisis económica ha sido la clase de los trabajadores. En EEUU, el 10 por ciento de los trabajadores está sin empleo, en España la cifra alcanza el 20 por ciento y en América latina ha crecido la informalidad y el “trabajo precario” a cifras antes no imaginadas. En el caso de Panamá, supera el 40 por ciento. A escala mundial la situación es alarmante en áreas como Africa, vastas extensiones de Asia y algunos países europeos donde las economías han colapsado y los trabajadores no encuentran solución alguna.
Los antiguos partidos socialistas o comunistas fueron neutralizados como consecuencia de la “guerra” neoliberal desatada en los últimos 20 años. En América latina, sin embargo, quedan algunos reductos. En Cuba, el gobierno anunció este año que estudian nuevos “lineamientos” dentro de su concepción socialista de sociedad. Los otros países del ALBA se pronunciaron en 2010 comprometidos con la “revolución socialista del siglo XXI”.
En 2010 la cuestión de género logró captar más atención como resultado de las movilizaciones de las mujeres a nivel internacional. El desarrollo del capitalismo ha incorporado cada vez más mujeres a la fuerza de trabajo, así como a las filas de ocupaciones profesionales y técnicas. La creciente presencia de la mujer, en todas las áreas de actividad, generó en muchos países una reacción negativa. La violencia contra la mujer siguió incrementando a escala mundial, especialmente en los países más industrializados.
Los movimientos sociales en todos los países del mundo siguieron tomando fuerza pero sin definir con claridad objetivos y sin constituir redes lo suficientemente fuertes para asumir aún un rol significativo en el escenario mundial. Esta situación, sin embargo, puede cambiar en cualquier momento en la medida en que existen todos los medios para establecer nexos entre los grupos que luchan por transformar sus sociedades. El escenario existe y sólo falta el sujeto social con la capacidad para catalizar un movimiento de cambios globales.
Panamá, 30 de diciembre de 2010.

sábado, 25 de diciembre de 2010

2010: Un balance de contradicciones

Como la mayoría de los países con sistemas de mercado, Panamá se caracteriza por las contradicciones políticas y por los conflictos sociales. Además, por una falta de previsión en todo lo que se refiere a los usos de la riqueza económica nacional. Muchos observadores, en el caso de Panamá, sienten que el país se desliza por un sendero peligroso.
Las lluvias de fin de año causaron pérdidas de vida y destrucción de infraestructura sin justificación alguna. Mientras que uno de los puentes sobre el Canal de Panamá – el Centenario - fue inutilizado y otro (de las Américas) presenta fallas muy serias, el ministro del ramo anuncia que el gobierno quiere construir un tercer puente.
El sistema ferroviario urbano - Metro – anunciado tiene dificultades para despegar. El Metro bus que complementaría el servicio ferroviario parece que reemplazará el transporte colectivo de los “diablos rojos. Sigue siendo un misterio cómo se va a hacer .
De todas las aberraciones que caracterizan las actuaciones del gobierno podemos hacer una selección de 10 que se destacan.
1. Las exportaciones disminuyeron y las importaciones aumentaron en 2010. Las políticas públicas siguen castigando al productor nacional, creando menos empleo y haciendo mas dependiente la economía nacional. No hay seguridad alimentaria.
2. Las deserciones escolares aumentaron y las inversiones educativas disminuyeron en 2010. El empleo informal y el trabajo precario que crean las políticas gubernamentales está empobreciendo a la familia obligando a los adolescentes a abandonar sus estudios y buscar ingresos. El gobierno promueve las pandillas y le crea condiciones favorables al crimen organizado.
3. Las inversiones inmobiliarias superaron los US$mil millones y las familias con vivienda disminuyeron en 2010. La inversión especulativa de nacionales y extranjeros en viviendas de alto costo siguió alimentando la “burbuja” que pronto estallará. Al mismo tiempo, no se invierte en la construcción de “viviendas sociales”.
4. El transporte público empeoró y los gastos en sistemas inútiles aumentaron en 2010. El promedio de tiempo que le toma a una persona para llegar a su lugar de trabajo es de dos horas creando un gasto innecesario que perjudica a la familia panameña y a la economía nacional. Mientras tanto, se siguen generando “sistemas” que distribuye fondos públicos a quienes se aprovechan de la gente.
5.Los gastos en deportes aumentaron y el número de atletas compitiendo disminuyó. El alcalde de las ciudad capital quiso poner a los niños a boxear mientras que las escuelas no tienen programas deportivos y sus infraestructuras están en un estado de deterioro.
6. El acaparamiento de tierras urbanas aumentó y las inundaciones son cada vez más fatales. Los especuladores de tierras han convertido a la ciudad de Panamá en una bomba ambiental a punto de estallar. Los ríos han sido desviados para construir urbanizaciones, centros comerciales y carreteras sin tomar en consideración los problemas de drenaje y salud ambiental.
7. Los impuestos aumentaron y los servicios públicos disminuyeron. Hay que hacer la salvedad: Los impuestos que deben pagar los pobres. En cambio, los ricos pagan menos impuestos. A cambio del aumento de impuestos, se interrumpió el servicio de recolección de basura, más de la mitad de la población metropolitana no tiene acceso a los servicios de agua potable o tiene un acceso deficiente, las vías urbanas se encuentran en un permanente caos (“tranques”) y la Policía no controla el crimen organizado.
8. Los propietarios incrementaron sus ganancias y los trabajadores recibieron menos remuneraciones. Según estadísticas oficiales, por décimo año consecutivo, la suma de los salarios que se le pagan a los trabajadores panameños disminuyó, mientras que las ganancias de los propietarios aumentaron. Esta desproporción es el producto de la “flexibilización” del trabajo y la “desregulación” de la relación obrero patronal.
9. Los partidos recibieron mayores subvenciones y trabajaron menos en la Asamblea. El sistema de subvenciones públicos para el funcionamiento de los partidos políticos dejó de ser funcional hace más de 10 años. En vez de contribuir a la formación de políticos mejor preparados para legislar y ejecutar políticas públicas, las subvenciones son distribuidas entre los políticos para fines desconocidos oficialmente.
10. El presidente Martinelli viajó más y se supo menos de sus salidas al exterior. Los presidentes de la República han reemplazado a sus cuerpos diplomáticos en el exterior. El presidente Martinelli viajo un promedio de más de un viaje por mes. Sólo suspendió su participación en el Mundial de Fútbol en Africa del Sur para reprimir a los trabajadores de las bananeras en Changuinola. Un total de cinco personas murieron como consecuencia de los disparos de perdigones y del gas lacrimógeno.
Panamá, 23 de diciembre de 2010.

domingo, 19 de diciembre de 2010

La invasión militar norteamericana de 1989

El escándalo de Wilkileaks ha sacado a la luz pública el control que tiene EEUU sobre los medios de comunicación en casi todos los países del mundo. En los cables develados por Wikileaks, los embajadores norteamericanos y sus empleados informaban a Washington, como niños traviesos, que los países en que están son gobernados por ignorantes, corruptos y, a veces, hasta por asesinos. Las cadenas de televisión y los diarios encadenados a Washington interpretan la información de Wikileaks en forma tergiversada pretendiendo que son opiniones de gobiernos y sus altos funcionarios.
Lo más interesante es que el mensajero, el dueño de Wikileaks, está siendo perseguido por las agencias de EEUU con el único fin de demostrarle al mundo que nadie puede “meterse” con sus muchachos. En Suecia le inventaron un caso de acoso sexual (según algunas fuentes las “víctimas” eran cubanas de Miami). En EEUU varios fiscales de Estados han levantado casos de “terrorismo” contra Julian Assange.
Sobre Panamá, los diarios que están procesando las filtraciones de Wikileaks todavía no han soltado toda la información que tienen de los cables enviados por sus diplomáticos a Washington. Ya se sabe que no ofrecerán algo nuevo. Sólo sabremos, con los números correspondientes a cada informe, que los rumores y las pistas falsas que se crearon a lo largo de las últimas dos décadas son producto de la Embajada de EEUU.
Sería interesante conocer los cables enviados por la embajadora norteamericana que a principios de 2009 hizo que Juan C. Varela abandonara su candidatura a la Presidencia para abrirle el camino al actual mandatario, Ricardo Martinelli. Aún más interesante, ¿qué dicen los cables fechados a fines de 2010 sobre la ofensiva de Martinelli para buscar la reelección? Casi todo el mundo sabe que él no es el candidato a Presidente de la República de Panamá que favorece EEUU. ¿Porqué están tan apresurados los diplomáticos de Washington?
La abierta injerencia de Washington en los asuntos políticos de Panamá no es algo nuevo. Han impuesto gobernantes e, incluso, han invadido el país en varias ocasiones. El deber de todos los panameños es conocer esta historia y evitar que se repita.
El problema que tienen algunos panameños (una minoría con mucho poder) es comprender que nuestro país es una República, con su propia Constitución Política y leyes que deben respetarse.
Los panameños conocen la historia de la invasión militar norteamericana de 1989 y se sienten muy resentidos. Rechazan la arrogancia del invasor y la hipocresía de sus aliados internos.
El pueblo panameño, sin embargo, reconoce que en estos momentos no está en condiciones de retribuir a quienes se apoderaron de las instituciones gubernamentales después de la invasión. A pesar de ello, el pueblo está conciente que llegará el momento propicio para recuperar la “hegemonía perdida” (como diría Hernán Porras) e iniciar la construcción de una sociedad mucho más inclusiva que elimine la pobreza y la injusticia social en Panamá.
Los medios de comunicación social panameños han sido muy tímidos en su tratamiento de la invasión militar norteamericana y sus consecuencias. Los gobiernos de los últimos 20 años (1990-2010) se muestran temerosos ante EEUU de pronunciarse sobre los acontecimientos. Prueba de ello, todavía no se conoce una cifra oficial de los muertos que causó la invasión militar norteamericana. La juventud entiende que no fueron los panameños que invadieron a EEUU en 1989. La juventud entiende también que no fueron los estudiantes que agredieron a la tropa norteamericana acantonada en la antigua Zona del Canal el 9 de enero de 1964.
Hay una conciencia nacional. Está muy presente en cada panameño. A veces un poco más profundo, a veces algo superficial. Es propio de toda sociedad moderna donde sus miembros se identifican con la nación. Nos educa la familia, la escuela y la comunidad. Nos in-forman los medios de comunicación. Para disciplinarnos, el Estado y el gobierno nos ofrecen un conjunto de símbolos que debemos respetar. El proceso termina fortaleciendo la conciencia nacional. Al extremo que muchos dan su vida por defender los símbolos, como los jóvenes de la gesta del 9 de enero. La invasión militar norteamericana del 20 de diciembre de 1989 abrió una herida profunda en la conciencia nacional que todavía no se ha cicatrizado.
Todos tenemos que contribuir con nuestro esfuerzo en la construcción de la nación panameña, fortalecer la decisión de cada joven para estudiar y convertirse en mujeres y hombres productivos. Debemos tener buenas relaciones con todos los países del mundo de manera respetuosa e, incluso, promover la integración regional. Evitar que en el futuro nuestras propias debilidades permita que la arrogancia de una potencia nos vuelva a invadir y cause más muertes y destrucción como en 1989.
Panamá, 16 de diciembre de 2010.

sábado, 11 de diciembre de 2010

La reelección en Panamá: Política del perro y del gato

Parece que el presidente Ricardo Martinelli prepara su estrategia para salir victorioso en las elecciones de 2014. Desde 2009 planea como conseguir una mayoría en los otros poderes del Estado: la Asamblea Nacional de Diputados y la Corte Suprema de Justicia. En el caso de la Corte le correspondió nombrar tres magistrados afectos a su persona poco después de asumir el mando. En el caso de la Asamblea le ha resultado algo más lento, pero no tan difícil.
En las elecciones de 2009, el Partido Revolucionario Democrático (PRD), perdió la Presidencia pero conservó la bancada más grande en la Asamblea. Un total de 26 curules de un total de 71. El Partido Panameñista, que ganó las elecciones en alianza con el presidente Martinelli, logró un total de 25 puestos en la Asamblea.
La sorpresa fue el Partido Cambio Democrático (CD) que obtuvo, junto con sus aliados menores, un total de 19 asientos. El éxito relativo fue gracias a la campaña millonaria del candidato victorioso Ricardo Martinelli. Con esta bancada, sin embargo, el CD no podía aspirar a desarrollar una política agresiva y autónoma. En 2009 y 2010 logró controlar la agenda legislativa con los votos de su aliado de fórmula, el Partido Panameñista. Todo indica que esta fórmula le resulta incómoda al presidente Martinelli.
Para corregir este problema político, entre 2009 y 2010, el ejecutivo “secuestró” 3 diputados del Partido Panameñista. Para agregar a esta labor, y que impresiona aún más, se “llevó” 5 diputados del PRD a sus toldas. En poco más de un año logró sumar a su bancada un total de 8 diputados. A fines de 2010 ya cuenta con 27. Es, actualmente, la bancada más grande en la Asamblea. El Partido Panameñista quedó con 22 y el PRD sólo tiene 21 curules.
La guerra política declarada por el CD, sin embargo, está lejos de cantar victoria. Al contrario, el presidente Martinelli sólo se sentirá satisfecho cuando logre amarrar una mayoría absoluta en la Asamblea. Es decir, cuando tenga 36 diputados (el 50 por ciento más uno) en su bancada. Para lograr este objetivo necesita arrear para su lado a 9 diputados más. Si entre 2009 y 2010 el CD logró quitarle a los otros partidos un total de 8 diputados, no hay porque no creer que pueda restarles otros nueve legisladores en los próximos dos años (2011 y 2012).
Con una mayoría absoluta en la Asamblea, el CD no dependería de su actual aliado, el Partido Panameñista. A principios de 2009, ambos acordaron en la Embajada de EEUU que formarían un pacto electoral – con Martinelli a la cabeza - para presentarse en las elecciones de ese año. El acuerdo incluía un compromiso - con la embajadora de testigo - que el Partido Panameñista encabezaría la alianza en las elecciones de 2014. Si el CD obtiene una mayoría absoluta en la Asamblea ese pacto puede considerarse letra muerta.
La agresividad del presidente Martinelli ha soltado muchas tuercas en las viejas maquinas electorales y mostrado las múltiples debilidades de los partidos tradicionales. Los diputados “saltamontes” no tienen lealtad alguna para con los partidos que en una época decían que eran “nacionalistas” y ahora han demostrado ser neoliberales. Las cúpulas de los partidos han perdido contacto con sus bases y las decisiones se toman en el marco de un directorio ampliado que maneja los hilos del poder utilizando el clientelismo. Los diputados electos, en su mayoría, no responden a sus partidos y menos a las bases. Son “cuadros” sin ideología pero con una gran ambición y que son fácilmente manipulados por quienes manejan los hilos del poder.
El escenario político puede complicarse si el presidente Martinelli pretende utilizar su poder político (más sus conexiones económicas) para alterar la correlación de fuerzas establecida en Panamá después de la invasión militar norteamericana en 1989. La alternabilidad política entre las fracciones que controlan la economía del país era lo que perseguía la Embajada de EEUU en 2009. Si el CD amenaza ese equilibrio, pueden surgir muchas alternativas. Entre las mencionadas se destaca una opción popular encabezada por el FRENADESO y/o el Partido Alternativa Popular.
También puede darse una alianza entre el PRD y el Partido Panameñista para detener las pretensiones de Martinelli y su Partido CD en 2014. ¿Imposible? Sólo un pacto de este tipo podría detener una ofensiva política de Martinelli en la Asamblea y, de paso, en la Corte Suprema de Justicia. Más aún, sería la única “llave” capaz de levantar una fórmula para detener al actual mandatario en las elecciones generales de 2014. ¿Como mezclar el agua y el aceite? Mejor todavía, jugar al perro y al gato.
Panamá, 9 de diciembre de 2010.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Los documentos secretos de Washington

El gobierno del presidente Barack Obama en EEUU se siente vulnerable frente a la revelación de más de 250 mil documentos de sus archivos secretos que comenzaron a publicarse a fines de noviembre. Los documentos revelan tanto las conspiraciones contra los enemigos de Washington como los engaños cometidos contra sus supuestos aliados.
Algunos investigadores están buscando las conexiones entre el colapso del campo socialista, el tráfico de drogas dirigido por EEUU y la “guerra contra el terrorismo”. Al desaparecer la supuesta amenaza comunista de Moscú, EEUU tuvo que crear un enemigo nuevo que tomó una década para definirse – entre 1990 y 2000. La creación de la imagen terrorista de la cultura islámica y la invasión de Irak y Afganistán forman parte de una de los capítulos más confusos de la política exterior de EEUU.
El coordinador del grupo llamado WikiLeaks, Julian Assange, quien logró infiltrarse en la red creada por el Pentágono para la distribución de documentos secretos del gobierno, ha sido amenazado por las autoridades de EEUU. Incluso, los suecos han solicitado a la Interpol su arresto por supuesto acoso de dos mujeres de ese país. A pesar de todo, los documentos descifrados fueron recibidos por medios de comunicación europeos y de otras regiones. En EEUU el New York Times comenzó a publicar una selección de los documentos, censurando los más comprometedores.
Lástima que Wikileaks no incluye los mensajes de las embajadas norteamericanas con información sobre las guerras secretas de ese país que contribuyen a incrementar - a escala global - las ganancias extra-económicas de la banca internacional en el campo del tráfico de drogas, la venta de armas, la lucha por el control de los hidrocarburos (las actividades especulativas y financieras asociadas al crimen organizado). Tampoco incluye informes sobre el trabajo de las misiones norteamericanas en el extranjero que arrojen luz sobre sus avances en materia de imponerle a todo los países del mundo las políticas de des-posesión neo-liberales. En otras palabras, ingresos que complementan las cada vez más magras ganancias obtenidas mediante la explotación de los trabajadores (la declinación de la tasa de ganancia capitalista).
En el caso de Panamá, se destacan los informes secretos enviados por la Embajada de EEUU a Washington antes de la invasión militar que derrocó al general Manuel A. Noriega en 1989. El 20 de diciembre de ese año EEUU juramentó al presidente Guillermo Endara en una base militar norteamericana quien después nombró un gabinete y comenzó a gobernar.
En Panamá se desconocen los arreglos post-invasión entre EEUU y los nuevos gobernantes panameños. Las contradicciones que surgieron entre Panamá y EEUU, así como entre los propios gobernantes panameños, que se distanciaron, son una historia que no se ha dado a conocer. La invasión que causó muchas muertes nunca ha sido objeto de una investigación a fondo por parte de Panamá. Incluso, no existe una cifra oficial de los panameños que murieron como causa de la invasión militar norteamericana.
EEUU secuestró la totalidad de los archivos de las Fuerzas de Defensa de Panamá (FDP) y sus antecesoras: La Guardia Nacional (1953-1983) y la Policía Nacional (1936-1953). Según investigaciones realizadas por instituciones de varios países, los archivos de las FDP se encuentran en un depósito de en el sur del estado de Florida bajo la custodia del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de EEUU.
En un despacho de la Embajada de EEUU del 13 de diciembre de 1989, clasificada como secreta, y numerada de la sección 01 de 05 Panamá 08545, se describe la situación política de Panamá y los planes del general Noriega para seguir resistiendo el embargo económico de EEUU. Se refiere a las esperanzas que tiene la oposición al gobierno militar de que se produzca un golpe de Estado.
La única parte que está censurada por los encargados de archivar la información se refiere a los nombres de los principales asesores civiles con que contaba Noriega en esa época. Los únicos nombres que aparecen mencionados son los miembros de su Estado Mayor. Todo indica que la Embajada tenía instrucciones de ganarse a estos oficiales. Los documentos se refieren al intento de golpe del 3 de octubre de 1989 como una muestra de debilidad por parte de Noriega. Los agentes norteamericanos no asumen responsabilidad alguna, pero tampoco ven el frustrado golpe del mayor Giroldi y sus compañeros de armas como algo ajeno.
Sobre este incidente, el periodista del Washington Post, Robert Woodward, informó en su libro Los comandantes, con lujo de detalles, como los hilos eran manejados desde las oficinas del entonces Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Colin Powel, en coordinación directa con el presidente George Bush (padre). La decisión última para abandonar a Giroldi a su suerte dentro del Cuartel Central, ubicado en El Chorrillo, fue tomada en la Casa Blanca.
Muchos de los documentos dados a conocer por WikiLeaks son relativamente recientes. La mayoría se refieren a la forma de percibir el mundo por parte de los diplomáticos enviados por EEUU a trabajar en el extranjero. Los informes diplomáticos insinúan que los líderes africanos son ignorantes, los políticos árabes son corruptos y los europeos irresponsables. La documentación descubierta revela una falta de formación política entre los diplomáticos desplegados por Washington. Sus informes reflejan prejuicios adquiridos en los clubes de los suburbios de las ciudades norteamericanas, más que conocimientos adquiridos sobre el terreno.
Panamá, 2 de diciembre de 2010.